Add parallel Print Page Options

»Pero el Señor todopoderoso los hizo fracasar
por medio de una mujer.
Su campeón no cayó a manos de jóvenes,
ni fueron colosos los que lo vencieron,
ni le cayeron encima gigantes enormes;
¡Judit, la hija de Merarí,
lo venció con su belleza!
Se quitó su ropa de luto,
se untó el rostro con perfumes,
para salvar a los oprimidos de Israel.

Read full chapter